28 jun 2012

ENEMIGO IMAGINARIO

En una ocasión, un león se aproximó hasta un lago de aguas espejadas para calmar su sed y, al acercarse vio su rostro reflejado en ellas y pensó: “¡Vaya!, este lago debe ser de este león. Tengo que tener mucho cuidado con él”.



Retrocedió. Unos minutos después volvió a intentarlo y, al ver al “león”, abrió las fauces amenazadoramente, pero comprobó que el otro “león” hacía lo mismo amenazadoramente. Entonces sintió terror y salió corriendo, pero… ¡era tanta la sed! Regresó nuevamente y otra vez repitió la imagen amenazadora…Atemorizado, se retiró de las aguas.


Lo intentó varias veces, pero siempre huía espantado. Pero tenía tanta…tanta sed que no podía aguantar y regresó otra vez. Allí estaba otra vez “el león” ¿Qué hacer? No había otro lago cercano.


Y como la sed era cada vez más intensa, tomó finalmente la decisión de beber agua del lago, sucediera lo que sucediese.


Así lo hizo. Y al meter la cabeza en las aguas… ¡el león enemigo desapareció!.

Moraleja: “Muchos de nuestros temores son imaginarios. Sólo cuando los enfrentamos, desaparecen. No dejémos que nuestra imaginación descontrolada usurpe el lugar de la realidad ni nos perdamos en las creaciones y reflejos de nuestra propia mente”.


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