8 feb 2012

QUE NO ME APURE LA PRISA

(De Victoria Branca)

Que no me apure la prisa de los que empiezan a correr desesperados
hacia ninguna parte.
Que no me gane el desgano de lo que quieren saltearse las páginas del medio
para llegar al final.
Que no me engañen las luces psicodélicas y los estruendos
de los corazones rotos,
que laten sólo si se conectan a una fuente artificial.


Que no me empujen los cuerpos desalmados,
que se agitan y, graves,
caen por su propio peso.
Que no me invada el desaliento,
que no acampe en mí
la desesperanza.
Que no se apaguen las brasas
ni el fuego.


Que no prevalezcan la desmemoria,
la cobardía,
el miedo.
Que no me alcancen
las palabras huecas
donde retumban la nada
el sinsentido.
Que no me apure la prisa de los que empiezan a correr,
desesperados,
hacia ninguna parte.

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