Cambié mi
vida, mis tiempos y mi forma de pensar por ti... y no me arrepiento por un instante.
Hoy doy mi
vida, mi alma y todas mis energías por sacarte adelante y enseñarte a vivir.
Le pido a
Dios que me permita vivir muchos años más para tener la oportunidad de
acompañarte en lo dulce y en lo amargo.
No puedo
vivir tu vida, pero sí espero que la compartas conmigo.
Sólo puedo
procurar darte alas para que puedas volar lo más alto que te sea posible.
No quiero
que seas como yo, espero que seas mejor.
Te quiero mucho...
No hay comentarios:
Publicar un comentario