Temía
fracasar hasta que me di cuenta que, únicamente fracaso si no lo intento.
Temía lo
que la gente opinara de mí, hasta que me di cuenta que, de todos modos
opinarían de mi.
Temía que
me rechazaran, hasta que entendí que
debía tener fe en mi mismo.
Temía al
dolor, hasta que aprendí que éste es necesario para crecer.
Temía a la
verdad, hasta que. descubrí la fealdad de las mentiras.
Temía a la
muerte, hasta que aprendí que no es el
final sino más bien el comienzo.
Temía al odio, hasta que me di cuenta que no es otra cosa más que
“IGNORANCIA”
Temía al
ridículo, hasta que aprendí a reírme de
mi mismo.
Temía hacerme
viejo, hasta que comprendí que ganaba
sabiduría día a día.
Temía al
pasado, hasta que comprendí que no podía herirme más.
Temía a la
oscuridad, hasta que vi la belleza de la
luz de una estrella.
Temía al
cambio, hasta que vi que aún la mariposa
más hermosa, necesitaba pasar por una metamorfosis antes de volar.
Hagamos que
nuestras vidas en cada día tengan más vida, y si nos sentimos desfallecer... no
olvidemos que al final... siempre hay algo más...
Vivan su
vida sin temor.
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