(de Abba Macario de Egipto)
-Maestro, dime una palabra a fin de que me salve.
-Ve al cementerio e injuria a los muertos… ¿No te dijeron
nada?
-No
-Regresa allí mañana y alábalos… ¿No te respondieron nada?
-No
-Tú sabes qué insultos les dijiste sin que ellos te
respondieran y qué alabanzas sin que ellos te hablaran. Así también tú, si
quieres salvarte, conviértete en un muerto, y como los muertos, no tengas en
cuenta ni los desprecios de los hombres ni sus alabanzas.
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